Quitar manchas de sangre: trucos infalibles
Por mucho cuidado que tengamos, es muy difícil mantener nuestra ropa completamente libre de manchas. Algunas manchas, como las de tierra, son fáciles de eliminar: tan solo tendrás que meter la prenda en la lavadora como de costumbre para deshacerte de ella. Sin embargo, algunas sustancias se adhieren a los tejidos con firmeza, como ocurre con la sangre. ¡Que no cunda el pánico! Te proponemos unos sencillos trucos para quitar las manchas de sangre en la ropa sin despeinarte.
Instrucciones para quitar manchas de sangre
Paso 1. Escoge el detergente Wipp Express y el quitamanchas (por ejemplo de la gama de Neutrex oxy) que necesitas para el tipo de ropa.
Paso 2. Lava primero la mancha de sangre con agua fría enseguida y trátala solo cuando hayas probado que el producto no daña el color.
Paso 3. Lava el tejido tan pronto como sea posible para evitar que la mancha se fije en la ropa.
¡Listo! Antes de poner la prenda a secar, comprueba que la mancha ha desaparecido por completo. En caso contrario, vuelve a lavarla.
Selecciona el detergente y el quitamanchas
Emplea detergente líquido, en polvo o en cápsulas en función de la prenda afectada. Si la ropa es blanca, utiliza Wipp Express Polvo Azul para un mejor resultado y Polvo Frescor Vernel para una fragancia perdurable. En ropa de color, con Gel Azul o los Power Caps Floral y Lavanda obtendrás los mejores resultados. Sigue las instrucciones de empleo del producto en caso de ropa muy sucia y nunca olvides respetar las indicaciones de lavado en el etiquetado de la ropa.
Trata la mancha de sangre antes del lavado
En primer lugar, si ves una mancha de sangre en tu ropa, comprueba si ésta es reciente o si, por el contrario, está ya seca. Si la mancha es reciente y aún está húmeda, eliminarla de tu prenda será muy sencillo. Lo primero y más importante que debes hacer es remojar la mancha en agua fría, para eliminar todo lo que se pueda de la mancha. Evita aplicar agua caliente, ya que esto haría que la mancha se fijara en el tejido, complicando así su posterior eliminación.
A continuación, puedes aplicar el detergente directamente en la mancha, frotar suavemente, y dejar actuar unos minutos (según las indicaciones del producto).
Nunca olvides probar antes el producto en un lugar poco visible de la prenda para evitar sorpresas.
Lavar y enjuagar
Tras el tratamiento, lava la prenda con el detergente que has escogido en la cantidad que indique para ropa sucia o muy sucia y a la temperatura máxima que permita la etiqueta. Si no estás seguro de la cantidad de detergente que debes añadir, consulta nuestros consejos de lavado y aprende cómo dosificar el detergente. También recomendamos leer el resumen de símbolos de lavado para no cometer errores.
Comprobar el resultado y cómo seguir
Una vez ha finalizado el programa, ha llegado el momento de comprobar si la mancha se ha eliminado por completo. Si quedara algún resto, tendrás que repetir los pasos. Eso sí, no metas la prenda en la secadora antes de eliminar todos los restos de la mancha de sangre, porque se secaría.
Si la mancha de sangre no hubiera desaparecido, puedes emprender otros pasos. Lo mejor es tratar la mancha de nuevo sin perder tiempo, sumergiendo la pieza en agua con detergente y quitamanchas durante unos minutos para lavarla de nuevo a continuación.
Primeros auxilios para quitar las manchas de sangre en la ropa
Si la mancha ya está seca, tendrás que seguir otro procedimiento para deshacerte de ella. ¿Por qué las manchas de sangre seca son tan difíciles de eliminar? La sangre seca es una sustancia no soluble, por lo que no permite que el detergente para la ropa penetre en las fibras de los tejidos.
Para eliminar las manchas de sangre seca de la ropa, prueba los siguientes pasos:
- Pon la ropa en remojo con detergente en agua caliente (pero no hirviendo). Respeta la temperatura máxima de lavado que haya en la etiqueta de la prenda.
- Aplica detergente o quitamanchas sobre la mancha y frota con cuidado.
- Lava la prenda en la lavadora con detergente en polvo o líquido de Wipp Express para obtener un resultado limpio y fresco.